miércoles, 25 de febrero de 2015

La tecnología en la enseñanza de lenguas

Es importante precisar que la tecnología no es una nueva y revolucionaria metodología o enfoque pedagógico, la cual trae consigo la solución a todos los problemas de aprendizaje y enseñanza de lenguas extranjeras. Por el contrario, debemos entender que las nuevas tecnologías digitales ofrecen una gran variada gama de herramientas que sirven en virtud de los procesos de enseñanza y aprendizaje. A partir de lo anterior, se podría concluir que la implementación de la tecnología al aula de lenguas extranjeras no es suficiente para garantizar dichos procesos. 

La tecnología por si misma podría denominarse teóricamente y tecnológicamente como una herramienta neutral, la cual cambia su estado con la adecuada intervención de sus usuarios. Existe la falsa creencia  que una actividad didáctica planeada desde un formato diferente al virtual cambia drásticamente de una manera positiva cuando la tecnología interviene. Sin embargo, cualquier ejercicio, actividad, secuencia o unidad didáctica sin la debida planeación pedagógica podrá difícilmente obtener resultados positivos, incluso si estas contienen elementos digitales como imágenes, vídeos, colores y sonidos.

Desde mi experiencia docente, he sido testigo de la inadecuada  implementación de una novedosa y poderosa herramienta digital al servicio del aprendizaje de lenguas extranjeras. Cuento con una plataforma que funciona como un material tecnológico suplementario al libro de texto. Dentro de esta, los estudiantes cuentan con diferentes posibilidades para mejorar sus habilidades lingüísticas como juegos, vídeos, reproducción y grabación de voz, foros, blogs, entre otros. Aunque parezca atractivo en el papel, los estudiantes no se sienten motivados a utilizar dicha herramienta debido al carácter obligatorio que esta tiene dentro del currículo. El uso de la plataforma pasó de ser una atractiva herramienta para mejorar los procesos de aprendizaje, a una rutina tediosa en la cual los estudiantes deben completar una serie de actividades impuestas por el profesor, que al mismo tiempo son requisito para obtener una nota positiva y aprobar un determinado curso. Por tanto, el uso de las tecnologías no debería convertirse en un requisito forzado para los estudiantes, sino en espacios para la interacción, creación de contenidos de interés y construcción de conocimiento.



Todos los aspectos positivos mencionados se pueden encontrar mediante el adecuado uso de los weblogs. Uno de los principales beneficios que presentan los blogs, es la oportunidad que el estudiante tiene de compartir temas que surjan desde su propia experiencia e interés para posteriormente interactuar y socializar con otros usuarios. La etiqueta del uso como requisito puede desaparecer si el profesor actúa como guía del proceso y no como autoridad que impone las acciones de los aprendientes.

Guiar y llevar la voz del estudiante a un espacio digital para dialogar acerca de sus temas de interés le abre una puerta más, aparte del salón de clase, para llevar a cabo el proceso de adquisición del que hablaba en mi primera entrada del blog: input intake output.

Un aspecto importante es la misma creación del blog por parte del estudiante. El diseño de un propio espacio en la web crea en un vínculo emocional y de responsabilidad entre el aprendiente y la herramienta, puesto que es su carta de presentación en el mundo virtual. Es así como el estudiante, con la guía del docente, puede esforzarse en publicar diferentes contenidos que estén escritos apropiadamente, e ir mejorando la calidad, elaboración y manejo del discurso.

Sin duda, se podrían encontrar varias bondades en la utilización de blogs como instrumentos de enseñanza-aprendizaje; sin embargo, y como se mencionó al principio de esta entrada, debe existir un equilibrio entre el potencial de una herramienta digital, los usuarios que la manipulan y los principios pedagógicos que rigen la unión de los dos primeros elementos: tecnología-estudiante.


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